La oclusión o cierre de los dientes, termina la relación que tienen las superficies articulares (cóndilo de la mandíbula y hueso temporal del cráneo), determina la posición del cóndilo en la articulación, de la mandíbula en relación al cráneo y cuello, y la presencia de hiperactividad muscular.
La presencia de contactos dentarios fuera del cierre, determina el patrón masticatorio del paciente, el cual debe ser eminentemente vertical, con pequeños rangos de movimiento lateral que oscilan sobre el 25 % del movimiento vertical, debido a las estructuras articulares, la dirección fundamentalmente vertical de los músculos que mueven la mandíbula y la presencia de cúspides (superficies funcionales de los dientes durante la masticación) que requieren de movimientos verticales para no interferir y que se produzca sobrecarga sobre todas las partes (articulaciones, músculos, dientes, periodonto, columna cervical).
El correcto funcionamiento y la salud articular es especialmente importante analizarla durante el Crecimiento y Desarrollo, ya que el tamaño final de la Mandíbula va depender en gran medida de esta importante área de crecimiento que es el cóndilo mandibular.
En nuestro Centro estudiaremos la presencia de posibles alteraciones y sus consecuencias.
El tratamiento más efectivo es el uso de una Férula, que debe ser dura, construida en un aparato denominado Articulador ( reproduce los movimientos que se producen en los dientes) y debe ser ajustada a conciencia y frecuentemente. Las Férulas necesitan ser ajustadas en más del 99 % de los casos.